Barcelona, 15 de diciembre de 2017

Sr. Mariano Rajoy,

 

Lamento comunicarle que en esta tercera carta no puedo agradecerle la respuesta de su Gabinete pues no ha existido.  El 22 de septiembre le exponía mi intención de votar en el referéndum del 1 de octubre que usted dijo nunca existiría y le emplazaba a cambiar su posicionamiento a escuchar democráticamente a todos los catalanes. Usted respondió con una buena retórica exenta de contenido y de voluntad. El 12 de octubre le manifesté mi vergüenza por vivir en una España que pretende acabar con las diferencias a golpe de porra sin atender a la voz de más de 2 millones de personas.  Desde entonces, la espiral de amenazas, acusaciones y detenciones ha sido aún más vergonzosa. ¿Cree usted sinceramente que con su represión se acaban los problemas políticos?

 

Llegados a este punto dos sentimientos opuestos me invaden.

 

El primero, tristeza, mucha tristeza.  Tristeza de ver cómo intenta manipular a todo el pueblo español. Su Partido Popular y sus cómplices de Ciudadanos, acusan al movimiento “independentista” de no tener proyecto cuando ha sido su gobierno quien ha suspendido la ley catalana contra la pobreza energética, la ley catalana para garantizar el acceso a la sanidad a todos o la ley catalana de emergencia habitacional para frenar los desahucios.  ¿No les queda claro el tipo de proyecto que queremos los catalanes?

 

Usted y Albert Rivera acusan a la Generalitat de derrochar dinero público en sus oficinas exteriores, ¿De que hablamos?  ¿De un presupuesto de 2 o 3 millones de euros? ¿No le parece algo ridículo frente a los más de 50.000 millones que hemos pagado por el rescate bancario cuando se nos prometió que no costaría ni un céntimo al contribuyente?

 

Mucha tristeza siente uno en ver la clase del Partido Popular que además tiene la cara dura de presentarse a estas elecciones como un partido con experiencia de Gobierno. ¡No! ¡Si de experiencia no les falta! La experiencia de “pulirse” el fondo de pensiones de 66.000 millones con el visto bueno de una inexistente oposición pues ya se han preocupado ustedes de dar buenas salidas a los exdirigentes del PSOE sentados en generosos consejos de administración de las empresas dependientes de la política del Gobierno.

 

¡Sí!, ¡Sí!, Ese mismo tipo de empresas que por temor a la falta de ciertos “favores” han aceptado realizar un cambio de domicilio para que su partido, en boca de Xavier Albiol y acompañado de Inés Arrimadas (que todo indica les avanzará pronto también en España y por la derecha)  se llenen la boca de palabras vacías conforme las empresas están huyendo de Catalunya por el proyecto independentista. Usted, aunque lo niegue, conoce la realidad, y la realidad es que en estos años de crisis Catalunya es quien mejor ha soportado la crisis y más inversión extranjera ha atraído en pleno movimiento independentista.

 

No piense pero que no estoy de acuerdo con algo de lo que dice. Si algo le acepto es que ni la Generalitat, ni muchos catalanes, estábamos preparados para afrontar el proceso de independencia que se avecinaba.  Nadie en su sano juicio pensó que usted podía mandar a más de 10.000 agentes de la Guardia Civil, un cuerpo de naturaleza Militar, a asaltar lo que fuera necesario liberando su fuerza bruta acumulada tras varias semanas de estar encerrados en condiciones deplorables y ridículas en el puerto de Barcelona.

 

Si nuestro Presidente Puigdemont no quiso ir más allá, fue por no exponer a España a más ridículos. Ustedes querían generar unos enfrentamientos y una violencia que nunca se ha producido a pesar de que la fiscalía se atrevió a acusar a nuestra pacífica sociedad de sedición y rebelión tumultuosa, o algo así, ¡Qué vergüenza! Suerte que alguien le aconsejó a tiempo de retirar la euro-orden de detención, sino el ridículo ante la respuesta de la justicia Belga hubiese sido mayor. Ya les vale a los del 155 de acusar a Puigdemont de prometer lo imposible y engañar a la gente cuando él si ha cumplido lo que prometió y si no se ha materializado es porque ustedes han alimentado, no sólo el miedo, sino también con el terror de una represión aún más violenta.

 

La verdad es que si alguien se ha beneficiado el movimiento ”independentista“, ese es usted. Usted agitó a España a recoger firmas contra el Estatut catalán aprobado enl 2006 aquí y en las cortes españolas. Usted, cuando Catalunya ya había logrado un consenso con dicho Estatut, ha intentado de forma reiterada generar división entre nosotros con el único objetivo de provocar ruido y distraer al personal frente la avalancha de casos de corrupción que acechan a su partido. ¿No es cierto Sr. Rajoy? ¿O debería llamarle M. Rajoy?  Por favor, no nos acuse más de envolvernos en la bandera independentista, aquí quien realmente se ha escondido es usted bajo la bandera española.

 

Es muy vergonzosa su gestión, Sr. Rajoy. Si de verdad quiere usted la unidad de España, dimita antes de que el próximo jueves 21D su partido caiga más bajo de lo que ya está en Catalunya.

 

Y ahora le expongo el segundo sentimiento contrario que vuelve a crecer en mí.  La esperanza, la esperanza de construir un nuevo país.

 

Si dimite usted, reconociendo todos sus errores, liberará a los españoles de la falsa necesidad de ir contra la mayoría de los catalanes. Esto no es un enfrentamiento entre “Independentistas” y “Constitucionalistas”.  Esto es la propuesta de los catalanes que hemos dicho basta ya, frente a otros que no se atreven pero que en el fondo también lo piensan.

 

Si usted dimite, igual el PSOE se toma en serio lo de una España federal. Igual el PSOE deja de contradecir al PSC, ahora en manos de un inocente Miquel Iceta que un día habla de amnistía y al día siguiente le obligan a rectificar, pobre inocente por no decir falso. Si usted dimite, igual Ciudadanos deja de presionarle por la derecha y abandona el absurdo y falso discurso de que en Catalunya está perseguido el que habla el idioma en que le estoy escribiendo. Encuentre usted o Albert Rivera o Inés Arrimadas como máxima expresión del farsante, a alguien que no sepa o pueda hablar español y yo le encontraré cientos que no saben o pueden hablar el catalán. Si usted dimite y hace rectificar a su Partido, Gobierno y oposición, España encontrará de nuevo a la Catalunya que siempre ha sido respetuosa, integradora y solidaria y que tanto ha colaborado y desearía seguir colaborando para el progreso de España.

 

Siento decirle que mi optimismo no acaba aquí. Si usted no dimite, seremos los catalanes los que dimitamos de ser Gobernados por usted, lo que a la práctica significa que haremos realidad la República Catalana proclamada el 27O y revalidada este 21D con más o menos contundencia.

 

La inmensa mayoría de los catalanes no tienen ni tendrán nunca nada contra los españoles, sólo con su forma de Gobierno.  Una forma de Gobierno, que sin entrar a juzgar si es mejor o peor, simplemente no nos representa, es más, muchos pensamos nos reprime. Contra esta forma de Gobierno, insisto apoyada por todos los partidos que votaron a favor del 155 como máximo referente a la nula voluntad de diálogo, es contra la que votaremos el 21D para dimitir del Estado español si usted no lo hace antes.

 

Observe usted como cada día hay más gente como Albano Dante Fachin, gente que no buscaba la “independencia” (como la mayoría de los catalanes en el 2006) pero que se ha visto empujada a ella por ser la única salida a su concepto de Estado y la del resto de la clase política española.

 

Si no dimite usted antes de 21D, usted mismo verá cuantos le decimos adiós a esta forma de Gobierno de España. Usted ha generado miedo, pero aquí no somos cobardes y menos cuando se trata de votar. Piénselo bien pues cuando su bloque del 155 pierda las elecciones no va a poder a volver a recurrir al mismo 155. Europa ya ha hecho suficientemente la vista gorda con España y dudo que lo pueda seguir haciendo durante mucho más tiempo.

 

Usted le dijo a Puigdemont, convoque usted las elecciones o aquí tiene el 155. Por cierto, permítame que dude. Usted hubiese aplicado el 155 de todas formas, que de hecho ya estaba aplicando en la parte que más duele, la intervención financiera. Sólo por la querida venganza frente a la humillación de las urnas que usted juró no existirían el 1-0, usted tenía que aplicar si o si el 155. Por suerte Europa, como mínimo, le impuso unas rápidas elecciones antes de que su 155 pudiera borrar todo lo que hemos construido en estos años de progreso autonómico y que no sólo vamos a recuperar el 21D sino a extender más allá de su concepción de España. España es la solución, dice el slogan de Inés Arrimadas. ¡Vaya sin vergüenzas! ¡Estos de Ciudadanos han aprendido de ustedes muy rápido!

 

Pues ahora yo le pido, dimita usted si realmente le preocupa la unidad de España o verá como más de 2 millones de españoles dimiten definitivamente del Estado Español, que no de seguir siendo españoles a no ser que usted les quite a porrazos el pasaporte español.

 

Lo dicho, acabo esta carta más optimista de lo que empecé. Optimismo que espero se contagie a otros muchos. Si usted dimite y el Gobierno de España y su oposición rectifica, se abre un mundo de muchas posibilidades para llegar a acuerdos, empezando por restablecer el Estatut del 2006 que usted se dedicó a sabotear. Si usted no rectifica, los catalanes nos sentiremos con plena legitimidad para romper con la Constitución de España con la tranquilidad de que usted lo habrá aceptado y como bien ahora ya sabemos, no así el 27 de octubre, usted no hará uso del ejército.  ¿Verdad? Si usted no dimite, tras la victoria de la república del 21D empezaremos a desplegar las leyes que ya teníamos apunto que nos permitirán una transición hacia una nueva República fruto de la voluntad de la mayoría de los catalanes que habrá emergido de nuevo de las urnas de la democracia. ¿Le parece? ¿O volverá a mandar a los cuerpos de la Guardia Civil?  Por cierto, le recuerdo que el termino Democracia viene del griego y significa el Gobierno del Pueblo y no Gobernar al Pueblo….

 

Y puestos a recordar, le recuerdo que usted no aprobó la Constitución del 1978 que ahora tanto defiende. Imagino que entonces, pese a estar redactada bajo la presión del remanente poder de la Dictadura Franquista, les pareció demasiado “blanda“ y por eso ahora buscan la excusa del “independentismo” para reescribirla como les hubiese gustado.

 

Sr. Rajoy, usted decide, o usted o una España rota.

Jordi

 

P.D. ¡Ups! un último detalle, antes de dimitir haga que la fiscalía retire las acusaciones que mantienen en prisión preventiva y sin fianza a 4 españoles. Le recuerdo, Jordi Cuixart, Jordi Sànchez, Joaquim Forn i Oriol Junqueras siguen injustamente privados de la libertad que muchos de los 900 imputados de su partido aún gozan.

Barcelona, 12 d’octubre de 2017

Sr. Mariano Rajoy,

 

Ante todo, agradecerle a su Gabinete de la Presidencia que diera respuesta a mi escrito del 22 de septiembre. 

 

Lamentablemente, si bien en ella se hace gala de una buena retórica, no he hallado ninguna respuesta a mis preguntas.  Permítame que le repita la que a mí entender es la clave para afrontar lo que usted denomina “desafío Independentista” (según el escrito de su comparecencia del 20/9 al que me remite su Gabinete):

 

 ¿Por qué usted no afronta este reto como lo hicieron en el Reino Unido con los Escoceses o Canadá con Quebec?

 

Por favor, no se escude de nuevo en legalidades. Yo prefiero hablar de voluntades.

 

Y es que esto va de voluntades. A pesar de toda la represión que el Estado que usted representa mostró antes y durante el 1 de octubre, le comunico que yo, y otros más de 2 millones de personas pudimos votar en el Referéndum que según usted nunca existió. Una muestra clara de una gran voluntad como le expuse el 22 de septiembre.

 

Represión por cierto violenta y en ningún caso proporcionada que quedará en la mente de toda una generación tanto en Catalunya como en España y en buena parte del mundo, mal le pese y aunque intente minimizar.

 

Fíjese hasta donde llega nuestra voluntad de lograr una salida pactada a esta situación, que incluso una vez se constata que la mayoría de los catalanes quieren formar un nuevo Estado, aceptamos intentar un último diálogo mediante la suspensión.

 

Y por sorpresa de algunos, nos encontraos con más amenazas y una mayor represión, eso sí, intentado hacernos responsables de ellas en función de un “requerimiento” que le plantea a nuestro M.H. Sr. Puigdemont presidente de la Generalitat de Catalunya, preguntándole si alguna autoridad de la “Generalidad de Cataluña” ha Declarado o no la Independencia de Catalunya.

 

Sr. Rajoy, ¿No es usted consciente que en sus manos tiene la respuesta?  Permítame que le transcriba un fragmento de la declaración de nuestro M.H. Presidente que encontrará al final de la página 8 y principios de la 9 de la transcripción de Ple del Parlament, sesión núm. 43 del  10 de octubre de 2017 disponible en https://www.parlament.cat/document/trancripcio/236729.pdf#page=002:

 

“Arribats a aquest moment històric, i com a president de la Generalitat, assumeixo, en presentar-los els resultats del referèndum davant de tots vostès i davant dels nostres conciutadans, el mandat del poble que Catalunya esdevingui un estat independent en forma de república”.

 

Según nuestras leyes aprobadas en el Parlament de Catalunya, queda claro que sí se proclamó la Republica de Catalunya. Que después de solicitará su “suspensión”, entiendo que para usted es irrelevante tal y como indica en su requerimiento.

 

Entiendo, pero su confusión. Dado que usted afirma que no existió el “Referéndum”, entonces la declaración no tiene efecto y por lo tanto su Gobierno aún no puede empezar con la represión mediante la aplicación del famoso artículo 155 de su Constitución. 

 

Aclárese usted mismo y haga lo que considere oportuno, pero recuerde algo, la voluntad de más de 2 millones de personas no se “apagará” por mucha represión que aplique. 

 

Ínsito pues en mi pregunta, ¿Por qué usted no afronta este reto como lo hicieron en el Reino Unido con los escoceses o Canadá con Quebec?, a la que añado que, cuando más tarde en afrontarla, menos posibilidades tendrá de reconducir la voluntad de más de 2 millones de personas.

 

Esperando, de nuevo con poca convicción, que cambie de planteamiento, reciba un cordial saludo,

Jordi

Barcelona, 22 de setiembre de 2017

Sr. Mariano Rajoy,

 

Hubiese deseado dirigirme a usted con el tratamiento oficial de Excelentísimo Señor, pero entenderá que siendo educado no quiero ser hipócrita.

 

Mi nombre es Jordi y en la firma encontrará mis datos personales incluido el domicilio donde resido, para que, si usted estima oportuno detenerme, puede ahorrase ordenar mi búsqueda.

 

Es más, le facilito mi móvil para que lo haga llegar a la fiscalía, guardia civil o a quien corresponda para que me indiquen a donde debo dirigirme para entregarme y no “malgastar” más recursos.

 

No estoy seguro del motivo por el cual puede ordenar mi detención, perdón, usted no, la policía, el juez o el fiscal que proceda, pero visto lo visto seguro que algún motivo encontrará una vez le comunique lo que pienso hacer el próximo 1 de Octubre.

 

¿Lo adivina? Pues sí, aunque usted se enteste en que no, yo a las 9 de la mañana me dirigiré al Instituto Maragall en la calle Provença, 187 de Barcelona para votar en lo que usted y su gobierno, consideran un referéndum ilegal.

 

Perdóneme que sepa poco de leyes, yo soy más de ciencias y supongo que por ello me cuesta entenderlo.  Si por allá enero del 2013 se aprobó el Derecho a Decidir por el Parlament de Catalunya con un 66% de los votos, ¿Significa que el 66% de la población quiere estar fuera de la ley?

 

Por favor, no me diga el 66% de los diputados no representa al 66% del pueblo catalán. Si quiere conocer la cifra exacta de los que queremos votar, déjenos hacerlo y de paso sabrá cuantos queremos dejar de ser gobernados por usted en el Estado que representa.

 

Tampoco se excuse en que este referéndum no se ha convocado siguiendo los cauces correspondientes. Sino se ha hecho mejor es porque su Gobierno no acepta ninguna forma.

 

¿Por qué la Constitución no se lo permite? Pues estoy seguro que si usted lo propone en el Congreso su Gobierno no encontrará apenas oposición en cambiarla. 

 

¿A que tiene usted miedo? ¿Por qué usted no afronta este reto como lo hicieron en el Reino Unido con los Escoceses o Canadá con Quebec?

 

Llegado a este punto, y como es evidente que usted no tiene ninguna voluntad de que los catalanes votemos, prefiero considerarme un “preso político” que no ser cómplice de vivir en un Estado que impone su ley frente a la voluntad de su pueblo. Y que conste que estoy literalmente “cagado de miedo” de cómo puedo acabar yo y mi familia.

 

Por cierto, si me he dirigido a usted en castellano que no es mi lengua habitual, es para dar máxima difusión de esta carta en busca de apoyo. Lo haría en inglés, pero dado que parecer que este es un asunto interno, quizás sería absurdo buscar apoyo fuera de nuestras actuales fronteras.

 

Es por ello que le comunico que más allá de enviársela a usted, la mandaré a algunos periódicos y también la colgaré en mi dominio personal de Internet donde está visible, aunque imagino que por poco rato hasta que también lo ordenen cerrar.

 

Esperando, eso si, con poca convicción, que cambie de opinión, reciba un cordial saludo,

Jordi